Cada vez que subo una foto donde se la ve a Rafi sentada en esta posición recibo decenas de mensajes diciendo que haga que se siente ¨bien¨. Yo me pregunto: ¿que es sentarse bien?. Habiendo estudiado los conceptos del movimiento libre que propone Emmi Pikler, tengo claro que esta puede ser una postura fisiológica y esperable en niños. Una vez incluso una participante de mis talleres me comentó que me había visto sentada así a mi que ya tengo 37 años y ahí empecé a notar que yo también me sentaba asi por algunos minutos porque me resulta cómodo, pero siempre por algunos minutos y cuando estoy mucho en el piso y paso de una postura a otra. Pensando que la mayoria de los niños se sientan asi por momentos y suele haber preocupación, quise consultarle a Cintia Molina para que nos explique más sobre esta posición y nos responda la eterna duda: ¿SE DEBE EVITAR LA POSTURA EN W-SITTING?
Texto por Cintia Molina
Lic. en Terapia Ocupacional
Especializada en Desarrollo infantil Temprano con orientación en crianza respetuosa y movimiento autónomo del niño y niña
IBCLC
Doula
Partiendo de la evidencia que la Dra. Emmi Pikler demostró en la investigación, que publico en su libro “Moverse en Libertad”, el sentarse como popularmente se conoce en “W”, también llamada posición de sastre invertida, es una de las que describió (e inclusive dibujo) como unas de las posturas intermedias. En él mismo refiere queel periodo de “sentarse” o “arrodillarse hasta “ponerse en pie” se cambia de postura a un promedio de 63 veces cada 30 minutos(Pág. 96) y Agnes Szanto Feder en su libro “Una mirada adulta sobre el niño en acción” nos cuenta que con observaciones rigurosas un bebé en libertad de movimiento cambia de postura en un promedio de 2 veces por minuto.¿Sabían esto?

Ahora bien, los niños criados desde el movimiento libre, cambian constantemente de posición (poco tenido en cuenta) así que, si las piernas en W forman parte de esa diversidad de posturas y no persisten en tiempo e intensidad, no deberían tener problema alguno, ni habría por qué preocuparse.
La posición “sentado en W” es fisiológica, evolutiva y tiene mayor base de sustentación que, inclusive, el “sentado en V” al que generalmente quedan expuestos los bebés que son sentados. El asunto cambia de mirada cuando hay procesos patológicos u osteomusculares, entre otros o, muchas veces, en niños en los que su motricidad ha sido intervenida. Y aquí hago mención a aquellos a los que se los pone en posiciones que no pueden cambiar, ni llegar por sí solos.
Ramón González Matill,en su artículo ¿ES ADECUADA LA POSTURA EN W-SITTING?, que pueden leer enhttps://efisiopediatric.com/hijo-se-sienta-w-sitting-malo/pregunta y aclara:
“¿SE DEBE ENTONCES EVITAR LA POSTURA EN W-SITTING?
El problema de esta posición surge cuando el niño juega o se sienta de esta forma durante un tiempo prolongado. Para niños con un desarrollo motor normal y adecuado y que no tengan ninguna alteración músculo-esquelética, el hecho de que adopten esta posición en momentos puntuales, no les va a influenciar en su desarrollo, puesto que son niños que al estar en constante movimiento (andando, corriendo saltando,..), van a ir fortaleciendo y estirando sus músculos y modelando los huesos a través de la práctica de otras posturas y actividades. Por lo que esta postura no afectará en su crecimiento. En estos casos tan sólo se recomienda observar que el tiempo en el que permanecen, no sea prolongado.”
La clave es observar cómo llegó allí; el tiempo que se mantuvo en esa posición; si salió o puede salir de la misma y que necesitó para equilibrarse al momento de sentarse o si es una posición privilegiada por encima de las demás, pasando tiempo sin variar. Preguntarnos eso nos puede orientar para ver qué está ocurriendo y si se hace necesaria o no la intervención (respetuosa).
Rafi cuando juega, adopta esta posición por breves momentos y luego la desarma.
Considero de suma importancia para ello,que los niños se encuentren SIEMPRE con ropa cómoda y sin zapatos, preferentemente, de forma que su equilibrio y comodidad no se vean disminuidos y faciliten esa variedad de posiciones.
Releyendo artículos de feldenfraisbarcelona.net, comparto este párrafo e invito a reflexionar:
“Mejorar la postura no es una tarea fácil. Las frases “siéntate bien” y “ponte derecho” siguen agotando y frustrando a muchos adultos y niños, porque la postura, aunque podemos razonarla y explicarla, es necesario sentirla”, y agrego que “eso tiene mucho que ver con la historia de lo vivenciado por nuestro cuerpo y la huella Sensorio-Motriz en las primeras etapas de la vida.”
La postura, en sí misma, no es un acto dado por hecho en un estado fijo. Es más complejo, porque es la intercomunicación entre sistemas y subsistemas que se relacionan para responder al espacio y accionar ante ese momento, entre ellos el sistema vestibular, las cadenas musculares, los segmentos óseos, los pies, la boca, las vísceras, la piel. Eso nos permite darnos cuenta que no sólo es la información del exterior, sino la poco visible y sentida información interior, la que influye. Y no es un dato menor saber que también la misma está influenciada por la genética heredada; por el contexto Socio-Cultural (de occidente a oriente cambia muchísimo) y, por supuesto, por la carga emocional de un determinado momento.
Del mismo artículo rescato lo que sigue: “El proceso de mejorar tu postura no debe pretender cambiar sólo el cuerpo, sino también tu cerebro, mejorando la conciencia de ti mismo, percibiendo también los recuerdos, pensamientos y emociones asociados a nuestros patrones de contracción muscular, observando los momentos “off” que puedan aparecer y aceptándolos como parte del “reseteo” necesario para reaprender algo nuevo.”
Teniendo en cuenta lo escrito en los párrafos anteriores la observación es una ventana de oportunidad, y por supuesto en el caso de duda consultar al especialista que en lo posible conozca las características del movimiento libre y el desarrollo motor – postural autónomo.