Hoy me desnudo

Tenia 31 años, estaba en pareja hace 6, había perdido 2 bebes sin explicación aparente y trabajaba demasiado, para vivir, para comer y tener una casa y para tapar el vacío existencial que sentía, había días que amaba mi trabajo en publicidad otros no tanto y buscaba y probaba infinitas alternativas. Después de un trabajo arduo de introspección y sanación que empezó en una intensa sesión con un homeópata que me hizo enfrentarme a mi historia familiar y a mi miedo al diagnóstico de lo que realmente provocaba que mi cuerpo rechace a mis hijos descubrí luego de varios estudios que lo que padecía era trombofilia. Al poco tiempo estaba embarazada y con la sensación de que este bebe si iba a llegar con la ayuda del tratamiento apropiado para que sobreviva dentro mío el tiempos suficiente para que nazca sano.
A pesar de tener un embarazo ¨de riesgo¨ inyectandome heparina 2 veces por día para mantener mi sangre en niveles aceptables de coagulación y con la posibilidad de tener que hacer reposo en algún momento decidí tomar un trabajo en un programa de televisión por lo que iba a tener que trabajar todos los días hasta 1 semana antes de la fecha probable de parto si todo salía bien. Porque? porque quería juntar la mayor cantidad de dinero para no sentir la presión de tener que trabajar cuando naciera el bebé. El trabajo resultó ser una tortura espantosa en el que me encontré teniendo ataques de pánico y llanto dentro la casa de un reallity muy poco exitoso en el que todos a mi alrededor sufrían por el fracaso del proyecto y se echaban la culpa unos a otros por el inminente final antes de tiempo y los penosos números del rating. En uno de esos días de terror mis contracciones comenzaron a ser más y más intensas con solo 6 meses de gestación por lo que me mandaron a hacer reposo y a renunciar al trabajo. Me gustaría decir que fui una paciente obediente pero estaría mintiendo, recuerdo haber pintado paredes y muebles, escaparme a comprar revistas y medialunas cuando me dejaban sola entre otras cosas cuando la orden era de la cama al baño y del baño a la cama. A pesar de mi desobediencia y ansiedad Rafaela llegó sana y perfecta a la mañana del día que se cumplían 38 semanas de gestación cuando me habían dicho que ese día si nacía ya era un bebe de termino.

 Estar embarazada no fue una experiencia agradable para mi, me sentía poseída por un alíen que se alojaba en mi panza y me colapsaba los pulmones dejándome sin aire mientras trataba de caminar con la sensación de tener una bola de bowling alojada en mi cadera presionando mi vejiga y mis huesos pélvicos. Por esos motivos el día antes de que se cumpliera la marca de las 38 semanas tuve una charla muy seria con Rafi y le pedí que si estaba lista para salir yo ya estaba lista para recibirla de este lado del mundo. Esa noche vimos 2 películas en TCM que nunca voy a olvidar: El exorcista y Beetlejuice, con esas imágenes en mente me fui a dormir para despertar a las 8 am después de un sueño con el mar y olas con la sensación de tener agua en la cama, y así era, mi bolsa se había roto me confirmaba mi obstetra por teléfono cuando le describí la escena. Suspendimos la medicación que tomaba para mantener al mínimo las contracciones y me dieron un plazo de 24 horas antes de inducir el parto si no se desencadenaba solo. Me aconsejaron que descanse y prepare la casa y mi cabeza para el trabajo de parto. Asi que ese día me la pasé en la cama durmiendo, comiendo y mirando tele, a las 11:30 de la noche empezaban las contracciones mas serias y llegaba mi partera a acompañarme. Después de un corto, intenso y absolutamente psicodélico trabajo de parto de solo 4 horas y con 8 cm de dilatación nos trasladábamos a la clínica para más seguridad debido a mi desorden de coagulación, al poco tiempo después de lo que se sintió como una experiencia extracorporea Rafaela estaba con nosotros, recuerdo haber tenido mucho miedo los días previos a su nacimiento por el momento en el que la separaran de mi para hacerle los controles de rutina de este tipo de instituciones y si bien pedimos que no la bañen, ni la vacunen ni inyecten con nada, se la llevaron a una salita contigua a la sala de parto para medirla y pesarla, cuando la enfermera de Neo me la sacó de mis brazos recuerdo haberla amenazada con que si no me la traía en 5 minutos me iba a levantar a buscarla yo. Finalmente volvió a mis brazos llorando y el papá le hizo SHHHHHHH en el oído, un truco que habíamos aprendido en un DVD de un pediatra con consejos para calmar a los bebes. Rafi se calmó efectivamente y eso nos dio nuestro primer orgullo como padres, ¡¡ya estábamos siendo exitosos!!  Nos miró con los ojos achinados y se ubico en mi pecho escuchando y buscando de donde venían esas voces conocidas. Al rato todo el movimiento de gente había terminado y nos dejaron en una camilla en un pasillo juntas pero sin mi marido que no recuerdo si había ido a firmar papeles o que. Mi partera me ayudó con la prendida a la teta ya que no había llegado a ir a la charla de lactancia en el curso de preparto y Rafi y yo nos quedamos unidas por la teta un buen rato sin que importara para nada que estuviéramos en un pasillo muy brillante blanco y luminoso al lado de la estación de las enfermeras que hablaban del estado de la guardia y que no había lugar para nadie más y la suerte que había tenido de que me acepten cuando entré a la madrugada ya que no había camas. Al no haber camillero disponible mi obstetra cuando me vino a buscar para saludarme y nos encontró todavía en un pasillo, me llevó el mismo a la sala de preparto donde había estado previamente y allí estuvimos en esa salita sin ventanas y con un baño lleno de suministros medicos por unas cuantas horas, yo si que sabía parir con estilo! lejos estaba de la imagén de las revistas de las madres famosas que recibían a los fotógrafos en su habitación de lo que parecía un hotel 5 estrellas pero con médicos.

Durante el tiempo que estuve en reposo leí una buena cuota de libros, blogs y páginas sobre el parto, la lactancia y crianza y observé los métodos de las mujeres que tenía a mi alrededor, tengo que decir que sólo el 50% de esa información fue de ayuda porque si bien mi parto fue muy bueno para los parámetros de los partos en institución todo lo que vino después con respecto a la crianza de mi hija fue bastante desastroso.
Anidaron en mi cabeza muchos mitos:
 -si no descansas no vas a tener leche.
– La pareja se arruina si no le das espacio y sacas al bebe de la habitación.
-para los 3 meses se tiene que ir a dormir a su cama y para eso hay que enseñarle a dormir de noche
-tenes que tener alguien que te ayude con el bebe a la noche, que se lo lleve así vos dormis
-tiene que tomar mamadera asi podes mantener tu independencia
-dale chupete lo antes posible si no nadie mas la va a poder hacer dormir.
-si no trabajas y te quedás en casa el niño siente demasiada presión porque tu existencia solo gira en torno a él.
Al día siguiente de que mi hija naciera, exhausta, insomne y muy puerpera decidí que no podía seguir despierta y necesitaba si o si lo que había escuchado que muchas mujeres que me rodeaban tenían: Una nurse nocturna que se mantuviera despierta toda la noche mirándola y alimentándola. Te la va a devolver educadita y le va a enseñar a dormir toda la noche me decían, necesitas descansar o te vas a quedar sin leche, tiene que agarrar la mamadera así no perdes tu independencia!!!
Asi empezó mi obsesión por lograr que mi hija tomara la mamadera, con mi leche y a los pocos días con formula ya que el sacaleche me parecía una tortura, a todo esto estarán pensando que esta mujer de la que hablo tenia serios problemas de lactancia, pero no es así, la leche fluía en grandes cantidades y la prendida era perfecta como si esa bebe lo hubiera hecho siempre con total naturalidad y yo lo único que quería era ir en contra de la naturaleza. Yo sentía que EL ¨problema¨ era que la bebe no tomaba ninguna mamadera ni agarraba el chupete, lo cual mi viejo personaje comprador compulsivo atribuyó al diseño incorrecto de las mamaderas, los chupetes o las leches y empecé a coleccionar todas las marcas que encontraba nacionales e internacionales pidiendole a gente que me las traiga del exterior y perdiendo horas y horas en páginas como amazon leyendo reseñas de productos buscando la mamadera mágica que mi hija si agarrara. Ya la va a agarrar me decían, todos los nenes toman la mamadera en algún momento. No la agarraba, solo quería teta y estar a upa mio, por suerte ella era más inteligente y estaba conectada con sus deseos y no se dejó doblegar. En uno de esas informaciones que me habían llegado decía que los primeros 3 meses eran como el trimestre que le faltaba adentro de la panza entonces no dudaba en tenerla a upa todo el día, información suelta de aquí y allá me daban seguridad pero todavía no había descubierto la información sobre la crianza con apego o el colecho. Estabamos juntas todo el día, eso era si no venia alguien a visitarnos y me trataba de convencer de que la deje un ratito en la cuna o el cochecito, ¨no es necesario que la tengas a upa todo el día me decían¨. Entonces para mostrar que era obediente con los que supuestamente sabían mas que yo por ya ser madres o padres obedecía, cuando alguien venia a visitarnos la acostaba y cuando se iban nos metíamos juntas en la cama y vivíamos pegadas por la teta. Hasta que llegaba la noche y en ese momento la tenía que entregar a esa enfermera de Neo que venia y me enseñaba algunas cosas útiles más otro tanto de información incorrecta pero que en ese momento yo creía con fe ciega, como no creerle, si es una profesional de la salud, trabaja en una clínica privada súper prestigiosa y usa uniforme medico! Claro, le estoy dando a mi bebe el mejor cuidado que le puedo dar, qué se yo sobre bebes!?! ella los ve todos los días y yo es la primera vez que tengo uno a mi cuidado, mejor hago todo lo que me dicen o no voy a lograr que sobreviva!! La sensación que tenia continuamente es que tenía que mantenerla viva como sea, que no era un bebe si no una bomba de tiempo y que en algún momento yo podìa hacer algo que la lastimara y se me muriera. las noches que no estaba con la nurse tenia un aparato que se ponía bajo su colchón que ante la falta de respiración del bebe activaba una alarma muy potente y estruendosa y si todo estaba bien una lucecita verde titilaba, dormía con un ojo abierto mirando la lucecita toda la noche y cada vez q la levantaba porque pedía estar conmigo o tomar la teta me olvidaba de apagar el dichoso aparato y la alarma se activaba produciendo el sonido de 10 dotaciones de bomberos adentro de una habitación de 2×3 mts. Haciéndonos sobresaltar a todos los que ahí tratabamos de tener una noche pacífica.
La rutina era más o menos así todas las noches cuando venia, a las 8 llegaba y la bañaba, las primeras veces conmigo presente así aprendia hacerlo, mas adelante ella sola así yo podía ir a cocinar o a hacer otra cosa, luego me la entregaba vestida y lista para tomar una teta antes de ir a dormir. Cuando estaba dormida ellas se encerraban en la habitación y nosotros cenábamos solos o a veces recibíamos amigos. Muchas veces ella me ayudaba después a lavar los platos y a acomodar algo en la casa o la cocina. Para una puerpera todo esto parecía la ayuda de una ángel caído del mismo cielo. Y encima después se pasaba toda la noche despierta a su lado mirando películas en un mini reproductor con Rafi a upa durmiendo sobre su cuerpo regordete. -Quién no querría dormir apapachado por esa gorda calentita toda la noche-: me dijo un amigo una vez y yo me convencía cada vez mas de que estaba haciendo lo correcto para mi, para mi pareja y para mi hija.
En una de las noches que Rafi se quedaba con la nurse me despierto en el medio de la noche con la sensación de tener los pechos demasiado llenos y con el instinto de buscar a mi cría, voy a a la habitación donde ella dormía con su nurse y no la encuentro, empiezo a buscarla por la casa y tampoco las encontraba, empiezo a oír los llantos distantes de mi hija y llego a la cocina donde esta mujer se había encerrado y caminaba frenéticamente con movimientos para adelante y para atrás mientras trataba de meterle la mamadera en la boca, mi instinto me dijo: Agarrala y sacala de ahí! pero ella me convenció de que vuelva a la cama a descansar y que si la agarraba ahora no iba a aprender más a tomar la mamadera y que iba a aprender que cada vez q ella llorara yo iba a aparecer…si claro, ahora leyéndo lo que acabo de escribir, a la distancia pienso lo mismo que debes estar pensando vos, ¿¿¿¡¡¡como no la agarraste y saliste corriendo!!!?? No lo hice, obedecí y volví a la cama, no recuerdo haber dormido de todas maneras, la incomodidad de los pechos llenos y duros como piedras y las alarmas que sonaban en mi cabeza tan fuerte como las del aparatito diabólico anti muerte súbita no me dejaron. Así cada noche que ella venia empecé a sentirme mas y más incomoda y empecé a poner excusas para que no venga tan seguido, un poco avergonzada porque la había contratado para que venga hasta los 3 meses y porque en definitiva era lo que las madres que conocía hacían. Hasta que un día finalmente le agradecí por todo y nos despedimos, ese día ella me pidió que le saque una foto con Rafi para tener de recuerdo. Ayer busqué esa foto y la expresión de Rafi me hizo llorar, su cara sólo demuestra tristeza y frustración y sus puñitos cerrados la bronca de estar nuevamente en esos brazos que no eran los de su mama. Cuando se la mostré a ella se angustió muchísimo y le pegaba a la pantalla diciendo: NO NO NO.
Hace poco pude relacionar una pesadilla recurrente que tuve los primeros meses de Rafi con la rutina de inyectarme el anticoagulante durante el embarazo. Solía despertarme asustada y mirarala y pensar: ¡Tenia que darle una medicación y no se la dí! ¡Le va a pasar algo, se va a morir! Muchos meses pasaron hasta que pude relacionar el hecho de que durante el embarazo si no me inyectaba sentía que se iba a morir en mi panza con esas pesadillas.
A los 3 meses de Rafi recibí el llamado de un amigo director contándome de un proyecto de publicidad que iba a dirigir y me propuse convencer a él y a su productor para que convoquen como vestuarista del proyecto, de alguna manera sentía que así iba a volver a poder ser un poquito YO y que tenia que volver a trabajar para ganar mi dinero y no depender de mi marido, y además que iba a pensar mi hija de mi si sólo me quedaba con ella todo el día? De repente la bebe dormía 8 horas seguidas todas las noche empezó a despertarse cada 1 hora y yo exhausta me levantaba al día siguiente tratando de ser la glamourosa vestuarista que solía ser pero ahora cargando un bebe conmigo a todos lados porque seríamente creía que al ser un trabajo flexible y no tan formal podía conjugar ambas cosas y no separarme de mi bebe, así que con 3 meses me acompañó a buscar ropa a los negocios y a reuniones, armé las pruebas de vestuario en el living de mi casa y de más está decir que esto no funcionó y al terminar el proyecto tuve una charla muy sabia con mi amigo director quien me dijo que lo que hacía no era justo, ni para mi ni para Rafi ni para mi marido. En ese momento lloré, mucho, pero ahora estoy eternamente agradecida por sus palabras porque me llevaron a escuchar lo que realmente tenía ganas de hacer que era quedarme en casa con ella y leer….lei mucho y ahora cuando ya casi pasaron 3 años de su nacimiento me encuentro ante un mundo nuevo de posibilidades y toda una nueva carrera gracias a todo lo que estudié en este tiempo.
Hace unos meses partícipé en las Jornadas de desarrollo infantil de Melina Bronfman, formación en la que aprendí mucho sobre la niñez, no solo para poder ser mejor madre también para ayudar a otras mamás, pero ademas de aprender muchas técnicas y recursos para la crianza me encontré analizando casos de conflictos de otros niños que fueron un espejo de los conflictos de mi propia hija y así empecé a buscar las raíces cuando llegué al fondo de mis recuerdos sentí que no me caía una ficha, me cayó un balcón lleno de fichas sobre mi cabeza y mi cuerpo sumiendome en un mar de lágrimas por todos los errores que había cometido en sus primeros años de vida y especialmente en los primeros días. Errores que ahora me doy cuenta que pueden ser la raíz de sus conflictos actuales, me siento muy culpable por haber separado voluntariamente a mi hija durante tantas noches, haberla forzado a tomar mamaderas cuando no quería y habiéndola dejado en brazos extraños para actos tan íntimos y delicados como sus primeros baños. Tanto miedo tenía de que la separen de mi y la lleven a neo cuando naciera y luego yo creé esa misma situación en mi propia casa. Pero hay algo muy importante que aprendí gracias a Melina Bronfman con esa frase del biólogo Humberto Maturana con las que comenzaba su clase: No cometemos errores, simplemente no sabemos. Pero ahora que sabemos no comentamos errores. Espero que mis errores sirvan para aprender a ser mejor madre, persona y profesional y que pueda ayudar a muchos padres y madres que estén pasando por las primeras y tan difíciles semanas y meses de la crianza de sus hijos.